Madre Coraje apoya la labor de las Religiosas Adoratrices en la República Dominicana con mujeres marginadas para evitar que acaben ejerciendo la prostitución, haciendo posible el cuidado de sus hijos mientras ellas reciben formación.
Gracias a la labor de las Adoratrices, estas mujeres reciben formación profesional para poder tener otras salidas laborales, pero es necesario cuidar de sus hijos mientras ellas están en los talleres y evitar así que crezcan solos o en la calle. Madre Coraje ayuda a sufragar el gasto de guardería de estos niños y niñas gracias al apadrinamiento, asegurándoles el cuidado, la educación y la alimentación necesaria, y posibilitando un mejor futuro para ellos y sus madres.