Inicio 5 Central 5 El Gobierno de Navarra y Madre Coraje apoyan la ganadería de comunidades andinas con más de 1.300 personas dedicadas a la alpaca

El Gobierno de Navarra y Madre Coraje apoyan la ganadería de comunidades andinas con más de 1.300 personas dedicadas a la alpaca

Un total de 1.310 personas, 729 mujeres y 581 hombres, del distrito de Pilpichaca, ubicado en la región peruana de Huancavelica, están logrando fortalecer las capacidades de conservación, adaptación y gestión sostenible del agua a través del proyecto de la Fundación Madre Coraje ‘Turiy Urqu. Ecosistemas altoandinos y medios de vida alpaqueros resilientes a los impactos del cambio climático en la cabecera de cuenca del río Pisco, Huancavelica’, implementado por Vecinos Perú con financiación del Gobierno de Navarra.

Gracias a una alianza con la Municipalidad Distrital de Pilpichaca, se ha logrado ampliar la superficie de pastos cultivados bajo riego tecnificado por aspersión móvil a 176 hectáreas, distribuidas en 9 comunidades pastoriles, mediante la instalación de 110 módulos de riego. Esta cifra supera ampliamente la meta inicial de 68 hectáreas previstas.

El aumento de áreas con riego ha permitido mejorar la productividad ganadera, especialmente de alpacas, en un contexto de creciente variabilidad climática. Además, se han recolectado y conservado 84 toneladas de pastos, asegurando alimento para el ganado en temporadas críticas.

Estas acciones forman parte de una estrategia integral para fortalecer medios de vida sostenibles y resilientes en zonas altoandinas. Asimismo, el proyecto contribuye al cumplimiento de varios Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS): ODS 1 (Fin de la pobreza), ODS 2 (Hambre cero), ODS 6 (Agua limpia y saneamiento), ODS 13 (Acción por el clima) y ODS 15 (Vida de ecosistemas terrestres).

El trabajo desarrollado en Pilpichaca demuestra que invertir en tecnologías sostenibles de agua y forraje es clave para mejorar la producción, proteger el territorio y reducir la vulnerabilidad climática de las comunidades que habitan las partes altas de las cuencas hidrográficas.

“Sembrar agua en las comunidades campesinas no es solo una práctica de adaptación al cambio climático ni una estrategia para mejorar la ganadería familiar. Conservar el agua en las partes altas del territorio es un acto profundo de amor por la tierra y por quienes dependen de ella río abajo. Porque en cada gota que se retiene, en cada pasto que brota, en cada familia que resiste desde la puna, se construye soberanía hídrica y justicia territorial. En este mes patrio, tan significativo en Perú, recordamos que sembrar agua también es hacer patria”, explica David Belmonte, Técnico de Madre Coraje en Perú.