Rotos de dolor por la pérdida de nuestro queridísimo Antonio Gómez, Fundador y Presidente Honorífico de la Fundación Madre Coraje.
Antonio no solo dedicó su vida a la solidaridad: la convirtió en su manera de estar en el mundo. Fue luz, guía y ejemplo para todas las personas que tuvimos la fortuna de caminar a su lado. Su defensa incansable de quienes más lo necesitan y su humanidad sin límites sembraron una huella que seguirá viva en cada gesto, en cada proyecto y en cada sueño que impulsemos desde la Fundación.
Hoy lloramos su ausencia, pero también abrazamos con gratitud su legado, que permanecerá para siempre en nuestra labor y en nuestros corazones.
Descansa en paz, Antonio. Gracias por enseñarnos que la solidaridad puede transformar el mundo.
