A NIVEL NACIONAL:
1. Asegurar la continuidad de la educación.
2. Apoyar al profesorado.
3. Priorizar la educación tanto en la primera fase de la respuesta de emergencia ante la COVID-19, como en los planes de recuperación posterior
4. Poner en marcha iniciativas de apoyo psicosocial para ayudar al alumnado.
5. Fomentar y reforzar programas y procesos de educación para la ciudadanía global.
6. Establecer mecanismos de vigilancia ante posibles casos de discriminación relacionados con la COVID-19.
A NIVEL INTERNACIONAL:
7. Recuperar la importancia de la cooperación como política pública.
8. Aumentar la ayuda destinada a la educación básica: pedimos que se asigne a la partida de educación básica al menos un 8% de la Ayuda Oficial al Desarrollo.
9. Incrementar el porcentaje del presupuesto de ayuda humanitaria destinado a la educación hasta llegar a, al menos, un 6% del mismo.
10. Cancelar, sin penalización ni intereses, los pagos de la deuda externa de los países en desarrollo al menos en 2020. Descarga el manifiesto completo aquí.